Para un ángel…
En camino hacia el final de repente apareció ante mí un pedacito de fe, de esperanza, un pedacito de amor…
Sentí la sensación de tomarlo en mis brazos, llevarlo conmigo, cuidarlo de este mundo material en el que un pedacito de amor no sirve de nada… entonces lo tome, lo cubrí del frío, lo arrope con mi cuerpo y regrese de donde venia enfrente a mi destino y así mejore mi vida.
En ese momento ese pedacito de amor salto a mi corazón y al sentirlo viaje a través de tus ojos cubiertos de una luz que me lleno de alegría y entonces descubrí que simplemente me enamore.
Me enamore de alguien que llena mi vida, mi pedacito de amor que ilusiona mis ojos y llena de esperanza mi alma.
Este poema fue aportado por: Fatima
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